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Saturday, September 22, 2012

Brenda Otero Molina


Mi niña nació de 35 semanas, tuve un parto excesivamente medicado y cuando la tuve en mis brazos 9 horas más tarde no quería chupar, así que mi inicio en la lactancia fue cuesta arriba. Mientras estuve en el hospital no logre que se pegara por lo que termine aceptando que le dieran fórmula para poder llevármela a casa. Ya en casa con tres días de nacida la esposa de mi primo me ayudo con la lactancia y mi chica se pego, seguí combinándola con formula hasta después de varios días dije no mas formula. Con todos los problemas que había tenido me preocupaba el hecho de que cuando fuera a comenzar a trabajar no tuviera leche suficiente o se me terminara el banco y comencé a extraerme leche cada vez que me pegaba a bebe en una teta en la otra me ponía la maquina. Comencé a trabajar y al mes me di cuenta que me extraía la leche que le iba a dar a mi bebe al otro día y me sobraba y vi como mi banco de leche seguía aumentando (Gracias a Dios).
Cuando mi chica cumplió 4 meses y medio la vecina de mi mama que tenía un nieto dos semanas menor que mi hija, vino a casa de mami a ofrecerme una formula de esas bien caras, me dijo, era la tercera vez que le cambiaban la leche a su nieto por problemas estomacales (hasta Prevacid ya bebía el bebe) yo en ese momento le digo que yo lactaba a mi bebe y que leche tenía yo en el freezer hasta para regalar. Le comento si no quieren probar dándole leche materna de la que tengo ahí, y que se que es una decisión que tienen que pensar, que se lo comente a los papas y si quieren intentarlo me avisen. A los 15 minutos estaba de regreso y contenta me dijo: dijeron que si y Yo le di como 60 oz de leche. Al otro día temprano vuelve la vecina a casa de mami con una sonrisa de oreja a oreja a decirnos que por fin después de más de tres meses su nieto había pasado una noche sin dolores y había podido dormir tranquilo. Me dieron mil veces las gracias y vinieron cargando con frutas, no sabían cómo agradecerme. Yo le dije: mientras yo pueda dar leche para los dos cuenten con la leche.
Recuerdo que cuando se fue la vecina mami me dice: ¿Tú le vas a dar la leche de la nena? ¿Y si después te hace falta? Yo le conteste: Dios no va a dejar mi hija sin leche por yo compartirla con un niño que la necesita, se que Dios va a permitir que yo produzca para los dos. Comencé a sacarme leche más seguido incluyendo los fines de semana y estuve como dos meses dándole leche al nieto de la vecina, mi hijo de leche como ellos mismos le decían. Después de eso tuve la oportunidad de donarle leche suficiente a una mama que tenia bajo suplido y a dos mamas más que en algún momento solicitaron leche en LASO Puerto Rico. Además le done varias bolsitas a una compañera de trabajo de mi esposo que enfrento problemas en su lactancia.

Y como las promesas del Señor siempre se cumplen al día de hoy mi hija con 19 meses tiene leche materna en el freezer y todavía me saco la botella de leche que se bebe durante el día.

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